El color en el diseño y en el mobiliario
El color también es aplicable al diseño, que actúa sobre la psique del hombre. El color provoca sensaciones y reacciones emocionales cuando se perciben los objetos, unas veces para estimular o excitar, otras tranquilizando e incluso provocando sensaciones de cansancio. Las sensaciones de color están interrelacionadas, los valores de luminosidad, tono y saturación de cualquier superficie, son relativos, al ser modificados por la luminosidad, tono y saturación de las superficies que le rodean. La realidad se nos presenta a través del color (4). Un buen diseño del color, aplicado al mobiliario, de forma ergonómica es conciliador entre el hombre y el medio, para el confort del hombre en su hábitat, a través de relaciones e interrelaciones cromáticas de este diseño ergonómico del color en el mobiliario.
No hay que olvidar que es el mueble el que debe de estar al servicio de la persona y no al revés. Desde que Leonardo da Vinci estableciera por primera vez en nuestra cultura de forma racional una proporción ideal del cuerpo humano después de cientos de estudios anatómicos y aplicara las leyes de la mecánica al movimiento del cuerpo, el capítulo de la relación entre antropometría y diseño quedaba abierto. Aunque es bien cierto que intuitivamente se ha buscado siempre la comodidad en todo lo relacionado con el mobiliario, y los objetos cotidianos, muchas veces criterios esteticistas, como los de la moda, han primado sobre las leyes lógicas elementales.
El precedente inmediato a este planteamiento lo encontramos en los estudios llevados a cabo por le Corbusier, de esta forma no sólo los objetos, mobiliario, sino también los espacios deben ser diseñados y creados a la medida del hombre.
El mueble no es un objeto de decoración, un objeto aislado. Un mueble cumple una función concreta dentro de un entorno concreto, cualquier mueble no ornamental u objeto que deba ser utilizado por el hombre, ya sea en situación de trabajo o de ocio, que no responda a bases ergonómicas estudiadas y comprobadas, nunca será un buen diseño.
Lo que en un principio fue una etapa de desarrollo ligada a la producción y en las guerras, en los años 50, es la industria quien toma el testigo, y todo objeto que se produce, se diseña formalmente atendiendo a unas características ergonómicas respecto al uso común y al usuario al que se destina. El color del objeto pasa a ser un fenómeno de observación, manipulación y transformación cromática, posibilitando ser diferente e identificado, dando opción a una mejor percepción y aceptación por parte del usuario. Pero es a partir de los años 60 cuando se empieza a hablar de la ergonomía ambiental y es el campo de la psicología el que toma importancia. Podemos hablar por tanto, de la ergonomía del color como respuesta planificada del diseño, a las características perceptivas y limitaciones de los usuarios, para mejorar la calidad de vida. La ergonomía del color, desde el diseño ergonómico del color como principio creativo, pensado, encaminado a facilitar y armonizar la relación del hombre con los medios a su alcance y en su entorno o hábitat tratando de coordinar dos conceptos de actualidad como lo son la ergonomía y el medio ambiente con un tercer concepto que es el color, de gran influencia psico- social. El color provoca sensaciones y reacciones emocionales cuando se perciben objetos, unas veces estimula o excita, otras tranquiliza e incluso provoca cansancio, por eso su manipulación adecuada se hace necesaria desde el diseño.
Gerstner (1988) dice: “La forma es el cuerpo del color y el color es el alma de la forma”. Requiere ambientes y espacios diseñados ergonómicamente para su disfrute cómodo, seguro, en función del uso y para reducir la posibilidad de daños para la salud. Vemos que el diseño ergonómico busca el bienestar del hombre tanto en relación con la actividad de trabajo como del entorno.
El medio en que nos movemos es a todas luces conflictivo para el carácter natural del hombre, por eso debemos realizar un diseño ergonómico del color. March Fiz (1986) dijo: “En esta cultura de los ojos, los colores no son solamente reconocidos como cualidades de los objetos, sino sentidos como excitantes o calmantes, disonantes o armoniosos, alegres o sombríos, cálidos o fríos y otras cualidades expresivas ligadas directamente a su percepción en el espectáculo de la vida” (Figura 17, 18, 19).
El uso del color era una asociación natural del color y material, pero en la proyección del diseño actual, los procesos mentales de creación son esenciales, es aquí donde debe incidir la psicología ambiental y el buen uso del color, dando valores asociados de color con la forma, para definirlo y evitar que el acto de proyectar se convierta en una simplificación excesiva e ignorada por parte de los usuarios y diseñadores (5, 6).
Hay que tener en cuenta que el diseño del color bajo el aspecto ergonómico, surge como una necesidad del hombre, en la relación de su propia psique y del entorno habitable, a través de:
— El conocimiento del color como piel de la realidad y que constituye una experiencia perceptiva.
— Las sensaciones y comportamientos que proporcionan los estímulos cromáticos del entorno, a su vez reactores de los efectos psicológicos del color.
— El lenguaje semiológico del color, como vehículo de información y relación del hombre con el entorno.
Es por eso la necesidad de un diseño ergonómico del color, como conciliador hombre-medio, como confort hombre en su habitat, a través de relaciones e interrrelaciones cromáticas de este diseño ergonómico del color en el mobiliario. La utilización de la ergonomía del color es fundamental para la concepción, proyección y elaboración de las actuaciones sobre el entorno según las características propias del hombre como son las fisiológicas, las funcionales y las psicológicas.
Nuestro mundo cambia a una velocidad vertiginosa, la tecnología y el diseño evolucionan rápidamente, nosotros en las clínicas debemos ir parejos al mundo actual, introduciendo pequeños cambios poco a poco, uno de ellos puede ser el del color tanto en la decoración de nuestro ambiente como de nuestros equipos y mobiliarios. Muchas veces estas pequeñas mejoras nos hacen sentirnos bien con nootros mismos y hacen ganar calidad y confianza a nuestros pacientes. Pueden también servirnos de ayuda como márketing para nuestra consulta y fomento de nuevos pacientes ya que dan a la clínica un aire de renovación y modernidad, con un coste económico relativamente asequible (Figura 20-22).
Mobiliario y color
Los colores y el mobiliario tienen una estrecha relación entre ellos, además del diseño ergonómico que es fundamental como hemos observado anteriormente. Así que hablaremos del ambiente y del hombre. Puede decirse que, por una parte, está el entorno y el ambiente, que forman un sistema tecnológico en su mayor parte artificial, que tiene como característica principal el de haber sido creado por el hombre y que por lo tanto puede ser modificado fácilmente pese a tener unos parámetro sestables que dependen de la profesión, mediante el diseño, constituido a su vez por un conjunto de subsistemas más o menos complejos y que McCormick clasifica en:
— Objetos, herramientas e instrumentos que el hombre utiliza en su cotidiana actividad personal y profesional.
— Máquinas, artefactos y vehículos que permiten al hombre llevar a cabo actividades que superan sus propias capacidades físicas.
— Espacios y ambientes, en los que el hombre desarrolla la totalidad de sus actividades vitales.
Por otro lado está el hombre, que es un sistema biológico y por tanto natural y muy complejo dado el gran número de elementos y funciones que lo componen, caracterizado por su extraordinaria capacidad de adaptación, pero en definitiva sujeto a unas necesidades, limitaciones y características imposibles de variar y que pueden clasificarse sistemáticamente en:
— Necesidades de índole biofisiológico, relacionadas con los procesos metabólicos y condiciones ambientales necesarias para la supervivencia humana.
— Limitaciones de índole operativo funcional relacionadas con los aspectos morfológicos y biomecánicos que determinan las capacidades operativas del hombre.
— Características de índole psico perceptivo relacionadas con los diferentes tipos de estimulación y comportamiento del ser humano.
El hombre y su ambiente tienen que estar en equilibrio, como decía Ortega y Gasset: “El hombre no tiene empeño alguno por ˝estar˝ en el mundo, en lo que tiene empeño es en ˝estar bien˝. El ˝bienestar˝ y no el ˝estar˝ es la necesidad fundamental para el hombre” (Figura 23).
En cuanto a las observaciones generales recordaremos que la percepción del color depende del color de la luz que lo ilumina, es decir, depende del tipo de lámpara que se utilice (cada sistema de iluminación irá de acorde al tipo de actividad que se desarrolle en dicho espacio de trabajo) y de las propiedades que posean dichos muebles, objetos o superficies para reflejar dicha luz, es decir, la calidad de la superficie y los materiales de los que están realizados. Esto es el claro exponente en nuestras consultas, requerimos intensidades de luz de trabajo elevadas en la sala operatoria y requerimos diferentes tipos de luces en la sala de espera, servicio de recepción, despacho, pasillos, etc., todas ellas deberán siempre estar bien reguladas y equilibradas para facilitar el uso y la estancia en las diferentes áreas del consultorio.
Respecto a la selección del color del mobiliario y su naturaleza, dependerá como ya he dicho anteriormente de cuál sea su fin y en dónde esté ubicado en cuanto al espacio físico ambiental; en general se tiende a factores de reflexión rondando del 20 al 55 por ciento, preferiblemente con acabados mates y no brillantes, de colores cálidos agradables a la vista más con luz cálida que con fría.
A nivel psicológico es recomendable la aplicación de distintos tonos de colores en un espacio a fin de no saturar la mente de los que trabajan allí, sea cual sea la actividad que allí se realice.
Como tendencias se suelen usar colores diferentes para la decoración distintos del color base del mobiliario, aunque si el mobiliario no es de madera se pueden utilizar colores iguales pero de diferente tono. Otros prefieren tonos en la decoración semejantes a los del mobiliario pero con detalles ornamentales o funcionales de otro color para favorecer el contraste. Todo esto como es lógico dependerá del área o espacio de la clínica, del mobiliario allí ubicado y de la función que se le requiera a dicho mobiliario
Como ejemplos podemos decir que el gris, que es un color neutro, combina estéticamente con todos los colores, no satura la mente y crea ambientes luminosos. No genera discordia, es un tono del agrado de la mayoría. Es un color base sobre el que se incorporan otros colores, y aporta distinción. Por otro lado, el beis, que es neutro también, es beneficioso en casos de hiperactividad física o mental y el color crema se utiliza como relajante en mentes desordenadas, y con otros colores adquiere más fuerza y da buenos contrastes (7- 9).
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Recordaremos que:
— El color puede influir en la apariencia espacial de una habitación, el techo parecerá ser más bajo si las paredes se pintan de un color claro y el techo y el suelo de color más oscuro, y parecerá un techo más alto si las paredes son más oscuras y el techo claro.
— Si las habitaciones son alargadas, parecen más cortas si la pared del fondo se pinta de oscuro, y al revés, daría el efecto contrario, se alargaría, si se pintara de color claro.
— Los suelos jaspeados disimulan la suciedad.
— Las estancias o ambientes fríos o los ambientes cálidos se pueden contrastar con colores cálidos o fríos respectivamente.
— La selección de colores depende del nivel de reflexión.
— Los colores cálidos y claros en techos estimulan, en paredes dan efecto acogedor o íntimo, y en suelos, sensación de ligereza e ingravidez.
— Los colores cálidos y oscuros, en techos dan sensación de seriedad, en paredes marcan y delimitan y en suelos pueden dar sensación de seguridad y resistencia.
— Los colores fríos y claros, en techos dan sensación luminosa y distensión, en paredes dan sensación de curvatura y en suelos sensación de aspecto liso y deslizantes.
— Los colores fríos y oscuros en techos dan sensación de amenaza, en paredes, de frialdad y tristeza y en suelos producen sensación de pesadez y monotonía.
— El blanco en el lugar de trabajo, sobre todo se utilizará en techos, y hay que tener cuidado con el tipo de iluminación, sobre todo si ésta es intensa y si está en paredes y suelo.
— El factor de reflexión de los techos estará a menos del 75 % (colores y tonos como el marfil-blanco o casi blanco).
— Paredes pastel claro (factor de reflexión del 50 – 75 por ciento, excepto paredes iluminadas donde el factor de reflexión puede bajar al 40 por ciento).
— Para los suelos el factor de reflexión es de alrededor del 20-25 por ciento, y no muy claros, ya que pueden dar deslumbramientos por reflexión de los focos luminosos. Cuadro de factores de reflexión.
Conclusión
El color y la ergonomía se unen en el diseño. El color es energía y esta nos influye sobre el estado físico y psíquico. Es muy importante prestar atención en cuanto a la elección de colores para los ambientes y mobiliario de nuestras consultas, porque influyen en el trabajo, en los pacientes, y en nosotros mismos. Debemos crear un entorno lo más agradable posible para mejorar nuestro trabajo diario. Muchas veces con pequeños cambios de color pueden mejorar nuestras vidas.
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